El Papa puede, desde ayer, hablar directamente a todo el mundo sin necesidad de Prensa, radio o televisión. Tras un acuerdo con Google, ha abierto un canal en You Tube (www.youtube.com/vaticanes), la red de difusión de vídeos más importante de Internet, en el que colocará a diario piezas audiovisuales con noticias y las intervenciones de Benedicto XVI. Ayer, por ejemplo, había colgados doce vídeos con sus últimos actos. El número de visitas de sus cuatro versiones lingüísticas era, a las ocho de la tarde, de 41.000 usuarios en italiano, 29.000 en inglés, 5.000 en alemán y, por último, 4.800 en español. Es decir, siendo el primer día, mucho más que la afluencia de cualquier domingo a la plaza de San Pedro, donde en los mejores días se llega a 50.000 asistentes.
De este modo la Iglesia da un paso lógico para salvar uno de sus problemas básicos actuales, la distancia que la separa de los fieles y, aún más, de los no creyentes. El diálogo con la sociedad actual, a la que Ratzinger quiere recuperar del laicismo y la indiferencia religiosa, es uno de sus grandes retos, y le atormenta no ser escuchado ni comprendido. El portavoz vaticano, Federico Lombardi, dijo que con You Tube «las personas con otra visión ideológica o religiosa tendrán una fuente creíble para comprender los mensajes que el Papa envía a la Humanidad».
Al Vaticano le sale gratis, no obtiene ingresos y por el momento no admite comentarios, detalle que es visto como un pecado en el mundillo de los internautas, donde se exige libertad total. Según el portavoz vaticano, se debe a la incapacidad actual de gestionar tal volumen de información y decidirán si hacerlo en el futuro. Del mismo modo, el Vaticano no descarta llegar incluso a Facebook, la red de contactos sociales. «La Iglesia está abierta a dialogar con las personas allí donde se encuentren», se aventuró a decir el presidente del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, Claudio María Celli, aunque esa idea queda lejos.
El Papa aprovechó ayer la ocasión para hablar de Internet, en un mensaje escrito para la 43 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. A Benedicto XVI todo esto de You Tube, Facebook y demás le parecen magníficos instrumentos de trabajo y comunicación. Pero también le ve el lado malo: «Sería una pena que nuestro deseo de amistades 'on-line' deteriore nuestra disponibilidad para la familia, los vecinos y quienes encontramos en nuestra vida cotidiana. Cuando el deseo de conexión virtual se convierte en obsesivo, la consecuencia es que la persona se aísla».
No hay comentarios:
Publicar un comentario