Israel ha tardado menos de 24 horas en responder a la petición del nuevo presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que el jueves había exigido que se reabran los pasos con la franja de Gaza con el fin de permitir la entrada de ayuda humanitaria y facilitar el comercio, de manera que se alivie la situación de un millón y medio de palestinos.
La respuesta ha corrido a cargo de un funcionario del Gobierno de Ehud Olmert, quien ha dicho que éste no es el momento para "abordar" la cuestión. El discurso que Obama pronunció el jueves, el primero sobre Oriente Próximo, fue casi idéntico a los de su predecesor, salvo esa petición para terminar el bloqueo.
La negativa augura unas relaciones tensas con el nuevo líder de EEUU
La actitud del Gobierno hebreo significa el primer revés para la nueva Administración demócrata en su política respecto a la región y aclara, tanto a Obama como al resto del mundo, que Israel se sigue reservando el derecho a actuar en todo momento conforme a sus propios intereses.
El embargo sobre Gaza ya dura tres años desde la victoria electoral del movimiento extremista Hamás. Ni EEUU ni la Unión Europea han tomado medidas para forzar un cambio, aparte de declaraciones parcas y genéricas.
El miércoles, la UE también instó a que se vuelvan a abrir los pasos, pero Israel volvió a negarse. Los israelíes dicen que sólo permitirán el acceso de ayuda humanitaria, algo que han hecho de manera intermitente desde 2006, pero limitando el suministro a unos niveles considerados insuficientes por Naciones Unidas y las organizaciones humanitarias.
Una productora de TV3 sufre lesiones por una bengala de policías israelíes
La primera negativa de Israel a un requerimiento de Obama se produjo apenas tres días después de su llegada a la Casa Blanca. La actitud presagia que las relaciones entre los dos países podrían ser tensas si Obama cumple su palabra de trabajar a fondo para la resolución del conflicto
La respuesta ha corrido a cargo de un funcionario del Gobierno de Ehud Olmert, quien ha dicho que éste no es el momento para "abordar" la cuestión. El discurso que Obama pronunció el jueves, el primero sobre Oriente Próximo, fue casi idéntico a los de su predecesor, salvo esa petición para terminar el bloqueo.
La negativa augura unas relaciones tensas con el nuevo líder de EEUU
La actitud del Gobierno hebreo significa el primer revés para la nueva Administración demócrata en su política respecto a la región y aclara, tanto a Obama como al resto del mundo, que Israel se sigue reservando el derecho a actuar en todo momento conforme a sus propios intereses.
El embargo sobre Gaza ya dura tres años desde la victoria electoral del movimiento extremista Hamás. Ni EEUU ni la Unión Europea han tomado medidas para forzar un cambio, aparte de declaraciones parcas y genéricas.
El miércoles, la UE también instó a que se vuelvan a abrir los pasos, pero Israel volvió a negarse. Los israelíes dicen que sólo permitirán el acceso de ayuda humanitaria, algo que han hecho de manera intermitente desde 2006, pero limitando el suministro a unos niveles considerados insuficientes por Naciones Unidas y las organizaciones humanitarias.
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