Lima (Treysy).- Recién llegado a Lima, el ingeniero aeronáutico peruano Juan Martín Canales Romero, quien se encarga de monitorear los efectos de la ingravidez en los seres vivientes y la materia en la Estación Espacial Internacional (EEI) de Alemania, conversó con Peru.com y explicó que sólo le falta recibir el visto bueno para empezar sus entrenamientos y realizar misiones como astronauta.
"Todavía no he ido al espacio, pero ya recibí el curso que ofrecía la Unión Europea el año pasado y sólo me falta que me aprueben en el grupo de astronautas", dijo al señalar que la mayoría de los astronautas viajan al espacio con más de 40 años de edad y deben tener condiciones físicas suficientes para vivir en el espacio.
"Si bien es difícil que haya personas con condiciones al 100 por ciento, (en la EEI) aceptan a personas con algún tipo de defecto visual, pero leve, pero no a un hipertensivo. Desde que estudian y entrenan hasta volar, el cuerpo puede cambiar, así que no tiene que ser una persona 100 por ciento saludable, pero sí 99 ó 98 por ciento", agregó al portal de los peruanos.
Explicó que es difícil ser astronauta y que entre los requisitos está el de ser ingeniero en alguna especialidad (mecánica, electrónica, aeronáutica, informática, etc.), realizar investigaciones y tener conocimientos en ciencias espaciales. Si uno reúne estas condiciones, puede iniciar sus entrenamientos.
"Después de, mínimo, cinco años, ya puede volar al espacio. Un año hacen entrenamiento en Ciudad Gagarin (Rusia), dos en Houston Space Center y otros dos en Columbia, en el centro europeo de astronautas. Para los europeos son cinco años, pero para los norteamericanos son seis y hasta siete años", anotó.
De 42 años de edad, con estudios realizados en la ex Unión Soviética y Alemania, y casado con una científica sueca, este investigador peruano contó que evalúa algunos proyectos conjuntos espaciales de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) y Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP).
Canales Romero narró que en marzo de 1984 ganó una beca a través del Instituto Nacional de Becas (INABEC), entre casi 200 aspirantes, para estudiar ingeniería aeronáutica en la Unión Soviética. Luego, complementó su educación en Münich y después se presentó a una vacante en la EEI.
"Después de acabar la universidad y de hacer un postgrado de ingeniería aeronáutica, estudié sistemas informáticos. Empecé trabajando con sistemas de ordenadores y después me trasladé a coordinar los experimentos dentro de la Estación con los astronautas. Llegué allí a través de gente que conocía de la agencia espacial alemana y supe que necesitaban de ingenieros aeronáuticos", relató.
Explicó que algunos de los requisitos para ingresar a la EEI era saber varios idiomas, entre ellos el inglés y ruso. Inició sus labores en el 2002 y seis años después asumió el monitoreo del módulo europeo lanzado al espacio por la Estación, aunque todavía no ha laborado en algunas de las misiones espaciales.
En ese sentido, instó a los estudiantes peruanos de ingeniería a juntarse y elaborar proyectos primigenios espaciales, pues en la región sólo Brasil y Argentina se han desarrollado en el rubro y poseen satélites propios desde hace más de diez años, mientras que Chile y Venezuela han adquirido satélites con fines no muy claros.
Así, si de ahora en adelante se empiezan a desarrollar proyectos espaciales en el Perú, dentro de tres años podríamos estar hablando de un crecimiento sostenido y hasta se podrían desarrollar actividades de predicción de posibles desastres naturales con nuestros propios satélites y de protección del medio ambiente.
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