La estrella británica se ha comparado con el personaje de fantasía Cenicienta --quien pasa de ser una simple criada a ser la princesa de un reino de la noche a la mañana-- ya que tras lucir espectaculares vestidos en los prestigiosos eventos, fiestas y estrenos a los que acude, se ve obligada a devolverlos a las casas de moda que se los proporcionan.
"No creo que tenga más de ocho pares de zapatos. Me prestan todas esas maravillosas prendas, pero como le pasa a Cenicienta, todo desaparece pasada la medianoche. Lo que me queda es volver a casa y enfundarme mis vaqueros de siempre. No tengo un vestidor lleno de preciosos vestidos", confesó la guapa intérprete al periódico Daily Mail.
Es interesante el símil que ha hecho la artista en relación al famoso personaje de cuento, ya que en el pasado rechazó la oportunidad de encarnar a Cenicienta en una nueva y moderna versión de la historia que se encuentra en plena producción en estos momentos.
Aunque su rostro se haya convertido en uno de los más reconocibles del panorama cinematográfico actual --gracias ahora a las buenas críticas recibidas por su participación en el aclamado filme de Sofia Coppola, 'The Bling Ring'-- la estrella asegura que vestir ropa informal a diario le permite pasar desapercibida en su día a día.
"No llevo bolsos de marca. Creo sinceramente que la gente me reconoce mucho menos cuando no llevo maquillaje. Siempre intento ir lo más discreta y sencilla que puedo cuando no estoy trabajando. Si sales de casa con ropa glamurosa, vas a llamar mucho más la atención de la gente. Si eso es lo que intentas evitar, entonces tienes que pensar detenidamente cómo sales de casa", explicó.
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