El enviado especial del presidente Obama para el conflicto entre Israel y Palestina, George Mitchell, apenas ha necesitado pasar unas horas en Jerusalén para concluir que su misión ya se ha topado con importantes obstáculos que oscurecen el futuro de la región.
Una entrevista celebrada ayer con el líder del Likud, Benjamin Netanyahu, a quien los sondeos atribuyen la victoria en las elecciones del 10 de febrero, le puso sobre aviso. Al término del encuentro, Mitchell prefirió recurrir a expresiones vagas y, sin ocultar su pesimismo, dijo que por delante le esperan .
Una entrevista celebrada ayer con el líder del Likud, Benjamin Netanyahu, a quien los sondeos atribuyen la victoria en las elecciones del 10 de febrero, le puso sobre aviso. Al término del encuentro, Mitchell prefirió recurrir a expresiones vagas y, sin ocultar su pesimismo, dijo que por delante le esperan .
El diario de Tel Aviv agregó que Israel daría a los palestinos una zona del desierto situada al sur de Cisjordania a cambio de quedarse con un número elevado pero indeterminado de colonias judías y que ningún refugiado palestino expulsado en 1948 volverá a vivir a Israel.
Favorito en los sondeos
"No mantendré los compromisos de retirada de Olmert y no evacuaré ningún asentamiento. Esos compromisos no tienen validez y carecen de importancia", manifestó Netanyahu con absoluta rotundidad.
Si las proyecciones de las encuestas son ciertas, el candidato derechista podrá formar gobierno puesto que los partidos que le apoyan y los religiosos obtendrán una holgada mayoría. Sin embargo, no hay que descartar que el Likud opte por crear una amplia coalición que le sirva de escudo para defenderse de la administración de Obama.
Aunque el presidente de EEUU ha repetido que una de sus prioridades será resolver el conflicto de Oriente Medio, los dirigentes hebreos no parecen estar muy dispuestos a atender las demandas de Obama. Hay quien ya adelanta que en los próximos meses surgirán roces entre ambos gobiernos.
Favorito en los sondeos
"No mantendré los compromisos de retirada de Olmert y no evacuaré ningún asentamiento. Esos compromisos no tienen validez y carecen de importancia", manifestó Netanyahu con absoluta rotundidad.
Si las proyecciones de las encuestas son ciertas, el candidato derechista podrá formar gobierno puesto que los partidos que le apoyan y los religiosos obtendrán una holgada mayoría. Sin embargo, no hay que descartar que el Likud opte por crear una amplia coalición que le sirva de escudo para defenderse de la administración de Obama.
Aunque el presidente de EEUU ha repetido que una de sus prioridades será resolver el conflicto de Oriente Medio, los dirigentes hebreos no parecen estar muy dispuestos a atender las demandas de Obama. Hay quien ya adelanta que en los próximos meses surgirán roces entre ambos gobiernos.