La popular actriz concibe un establecimiento para que la gente más importante de Santa Monica pueda comer tranquilamente y cocinar junto a sus hijos.
Desde que se casara con Justin Timberlake, la actriz Jessica Biel ha reducido sus apariciones en la gran pantalla con el objetivo de consolidar su vida familiar junto al cantante, pero eso no significa que la intérprete vaya a renunciar a uno de sus grandes proyectos lejos de la interpretación: abrir un restaurante en Santa Mónica (California) donde las celebridades puedan inculcar a sus hijos su pasión por la cocina.
"El establecimiento que pretende abrir Jessica se llamará 'Au Fudge' y está concebido como uno de esos clubs privados a los que solo puede ir gente importante, pero en este caso con niños. La idea es que los clientes puedan disfrutar de una cena tranquila y placentera que ellos mismos puedan cocinar, y sobre todo que ayude a sus hijos a enamorarse de la gastronomía", desveló al diario The New York Post una fuente cercana a la artista.
Aunque todavía no ha ofrecido detalles sobre el desarrollo de su original propuesta, el mismo informante asegura que Jessica ya ha encontrado emplazamiento para su establecimiento y está a punto de conseguir los permisos del ayuntamiento necesarios para la apertura, por lo que solo le queda encontrar un equipo de albañiles lo suficientemente rápidos como para tener las obras terminadas cuanto antes.
La faceta de ávida empresaria que exhibe la mujer de Justin Timberlake con su ilusionante negocio contrasta con las escasas habilidades que, al menos hasta ahora, ha demostrado al acercarse a un horno, ya que Jessica confesó recientemente que todavía le queda mucho que aprender a la hora de erigirse como exitosa maestra pastelera.
"La verdad es que nunca he sido muy buena cocinera, me encanta hacer pasteles pero me cuesta mucho que me salgan bien", aseguraba en una entrevista reciente con el humorista Jay Leno, antes de compartir con sus seguidores de Instagram el pequeño fallo que cometió en su último intento de preparar el pastel de sus sueños. "Me temo que he confundido el bote de sal con el del azúcar y he arruinado el pastel", escribía para titular una imagen de su decepcionante creación.